Más conocido por sus siglas anglosajonas SAD ('triste' en inglés), el trastorno afectivo estacional o depresión invernal hace referencia a los cambios de humor graves que experimentan algunas personas durante el otoño y el invierno,
cuando hay menos exposición a la luz solar. Entre los síntomas más
habituales se incluyen tristeza y ansiedad, pesimismo, sentimientos de
culpa o impotencia, irritabilidad y desasosiego, pérdida de interés en
actividades que antes solía disfrutar, aislamiento social, cansancio y
disminución de energía, dificultad para concentrarse y recordar
detalles, cambios de peso, insomnio en unos casos y exceso de somnolencia en otros, y pensamientos suicidas.
El trastorno afectivo emocional se ha asociado con la melatonina,
una hormona relacionada con el sueño que se produce en mayor proporción
cuando los días son más cortos y más oscuros. Algunos estudios sugieren
que cuanto más lejos vive una persona del ecuador, más posibilidades
tiene de desarrollar este trastorno.
La mitad de los afectados responde positivamente a los tratamientos con terapia con luz
Me parece muy interesante conocer este tipo de cosas...es más segurísimo que alguna vez me ha ocurrido algo de lo que nos cuentas! Un besito mágico!
ResponderEliminar